Los Dioses tienen un pacto de no intervenir en los asuntos mundanos, excepto si la totalidad de la vida depende de ello, por lo que tienen totalmente prohibido entrometerse con los mortales. El pacto se dio en la Era del Renacimiento, antes de que está culminase y se conoce como el Pacto de Emancipación. A pesar de que los dioses han jurado no intervenir en los asuntos mortales de manera directa, si que los asisten de manera indirecta, como otorgando poder a clérigos o paladines mediante la fuerza de sus oraciones y su fe. Cada uno de ellos es adorado por distintas Iglesias o seguidores, pues a pesar de que en Astranaar la mayoría de gente es politeísta, muchos de ellos le suelen rezar solo a un dios. Por otra parte destacar que la iglesia más extendida es la Iglesia de la Luz y la Verdad, aquella que adora a Lumien.