REINO DE LA TIERRA

El Reino de la Tierra es un lugar montañoso y seco sin apenas vegetación que se encuentra en el Plano Elemental. La esencia de la tierra es la durabilidad, el tiempo, la estabilidad, la rigidez y el desafío. La mayoría de la extensión del reino es una grandísima cordillera de montañas a cada cual más grande que la anterior, donde los picos más altos llegan al límite vertical del Reino de la Tierra, su cielo azul se vuelve negro y se aprecia la totalidad del disco del Plano Elemental. Se dice que en el Reino de Tierra se encuentra el punto más alto del disco del Plano Elemental que sigue unido a él, a diferencia del Reino del Aire que se tratan e islas flotantes. El territorito donde están las grandes y altas montañas recibe el nombre de La Vista de la Tierra. Su nombre viene por la esencia de la durabilidad y del tiempo de la tierra, siendo el reino que menos cambios ha sufrido desde su creación y es desde sus más altas cumbres donde se puede apreciar los cambios en el resto de los reinos.

En la Vista de la Tierra no hay sol y el cielo es un gran fondo de color azul con algunas nubes, la mayoría tan bajas que apenas logran llegar a la mitad de las montañas más altas. Su vegetación es escasa y se encuentra concentrada en los lugares donde la tierra se vuelve más blanda y fértil, pero sin convertirse en barro o arena. En la Vista de la Tierra existe cualquier tipo de tierra, arena, grava, piedras, minerales o rocas que existan y estén representados en el Plano Material, incluso alguna que otra veta de metales, aunque en menor proporción que en el Reino Menor del Metal. La morfología de su tierra es extraña, pues carece de un sentido geológico, los terrenos y distintos materiales se suceden y entremezclan sin un orden aparente, estando todo unido por un raro caos. En algunos puntos las vetas de distintos minerales se cruzan y crean formas aleatorias pero que se asemejan a las de diversas cosas. Muchas de las criaturas y viajeros del reino juegan a adivinar a que se parecen las vetas, casi como algunos juegan a que "forma tienen las nubes".

La Vista de la Tierra es conocida por albergar las mayores joyas y piedras preciosas de todo el Plano Elemental, siendo algunas tan grandes como cabezas y tan puras y perfectas como un estanque de aguas cristalinas. Muchos de sus habitantes trabajan la roca en minas o canteras con la esperanza de encontrarlas, pero lejos de estar agrupadas en yacimientos, las piedras preciosas están repartidas de forma aleatoria por todo el reino, sin ningún orden aparente. Muchas de estás gemas al ser encontradas en lugar de ser extraídas son veneradas y usadas como reliquia o amuleto, según se cree una gema de gran tamaño proporciona felicidad y estabilidad a aquellos que la rodean. Prácticamente todas las ciudades del Reino de la Tierra están construidas alrededor de grandes gemas que no se terminaron de extraer de la roca.

De entre todas las ciudades y asentamientos del Reino de la Tierra la más famosa de todas es Smaragdus. Es conocida por estar construida alrededor y en el interior de una de las montañas más altas de todo el reino, la cual tiene en su corazón una esmeralda verde del tamaño de un caballo y gran pureza. La ciudad se encuentra construida en el interior de la montaña y con la piedra excavada se han construido los edificios que rodean la montaña. Su arquitectura varía mucho, desde edificios pequeños hechos con arenisca hasta grandes palacios construidos con dura y solida piedra negra, aunque cómo norma general suelen predominar los ángulos rectos y las cúpulas como techos.

Las criaturas autóctonas del Reino de la Tierra tiene cierta sintonía con su elemento y la mayoría son grandes artesanos que realizan objetos y artilugios de una belleza sin parangón. Allí la moneda de cambio no son el oro o la plata, sino las piedras preciosas y solo aquellas lo suficientemente pequeñas para no ser consideradas amuletos. En el Reino de la Tierra vestir con joyas mas grandes que un puño a la vista es motivo de desprecio por sus gentes, pues una joya de tales magnitudes debe de ser venerada y puesta en un lugar para que genere estabilidad a sus allegados, no para ir luciéndola como un premio.

Sus gentes viven sus vidas tranquilas y apacibles con la seguridad de que nada va a cambiar en Smaragdus y que todo va a prosperar con el paso del tiempo. Tales son las ganas de buscar la estabilidad por sus gentes que desde la creación de cualquier ciudad, alrededor de una gran joya, su descubridor y sus descendientes son considerados para siempre como líderes indiscutibles de las mismas, incluso venerados por algunos. La mayoría de ciudades están gobernadas por dinastías de hace milenios, que se remontan a la creación de la propia ciudad.

Son un pueblo que acepta a los forasteros sin ningún problema y comercia con ellos en muchas ocasiones, cambiando sus bellos objetos artesanales por piedras preciosas. Las posadas, y albergues se encuentran en todas partes, y siempre que no armes problemas se es bienvenido a sus ciudades.

Al este antes de la frontera con el Reino Menor del Metal se encuentran los Campos de Herrumbre, una conjunción de tierra y metal donde el metal está completamente oxidado y corrompido. El metal de la zona son como grandes estalagmitas que surgen del suelo y están muy afiladas, todo dentro de la zona parece que tiene como finalidad herir a sus viajeros. Cualquier herida con uno de los metales oxidados puede ser mortal, debido a su toxicidad, además los propios metales emiten un vapor tóxico, venenoso para las criaturas que lo respiren. Solo algunas criaturas muy resistentes o inmunes a los metales o su naturaleza pueden pasar por sus tierras con menor peligro. En los Campos de Herrumbre también viven unos seres llamados las Lombrices de Óxido, unos largos y enormes gusanos kilométricos que viven bajo tierra y salen a la superficie para alimentarse de su óxido y de las pobres criaturas que se encuentren por la zona.

Al oeste antes de la frontera con el Reino menor del Magma se encuentran las Fuentes interminables, una conjunción de tierra y fuego que deriva en el Reino Menor del Magma. Se dice que el origen del reino menor es a causa de las fuentes interminables, una gran Cordillera de volcanes activos que continuamente emiten magma ardiente al reino menor. El magma solo se desliza hacia el lado oeste de los volcanes pareciendo grandes cascadas de lava. La cordillera de volcanes sirven casi de muralla natural que bloquea el paso del Reino de la Tierra al Reino Menor del Magma.

Al sur en el Borde Exterior antes del gran abismo que lleva al Plano Astral se encuentran las Tierras que Bailan un lugar donde la superficie de la tierra es el mayor enemigo y problema y donde el accidentado y montañoso paisaje cambia a unas largas llanuras. Los terremotos arremeten continuamente contra las Tierras que Bailan, haciendo constantemente que la tierra se quiebre en miles de formas distintas y se trague a cualquier incauta criatura que viaje por ellos. Aunque lo peor de todo no son los terremotos, sino cuando paran. Cuando los terremotos cesan la tierra se vuelve una gran masa de arena movediza que se traga a cualquier criatura que camine por ellas, para luego aplastarla cuando los terremotos vuelven haciendo que con su vibración la tierra se vuelva sólida de nuevo.