REINO MENOR DEL METAL

El Reino del Metal es un lugar frio y duro, donde grandes montañas de puros metales se alzan por todas partes, se encuentra en el Plano Elemental. La esencia del metal es la guerra, la fortaleza, el deber, la gloria y la corrupción. Este Reino Menor, como todos los otros Reinos Menores se encuentra entre dos Reinos Mayores, el Reino del Aire (al este) y el Reino de la Tierra (al oeste), y en su unión forman el metal. En un inicio el Reino Menor del Metal se creó por el contacto de sus dos reinos colindantes, pero tras su aparición se estableció como reino propio. Tras la creación de un lugar intermedio entre reinos y su consolidación como el Reino Menor del Metal, este interactuó creando lugares intermedios entre él y los Reinos Mayores como las Lloviznas secas en el Reino del Aire o los Campos de Herrumbre en el Reino de la Tierra. Son lugares que beben de su propio elemento y pertenecen a Reinos Mayores pero que en lugar de estar influenciados por el contacto con otro Reino Mayor, lo están por el Reino Menor del Metal. Se dice que el Reino Menor del Metal surgió tras los constantes vientos en la superficie del Reino de la Tierra dejando al descubierto solo aquellos metales más pesados y que los vientos del Reino del Aire no podían arrastrar.

Tanto las Lloviznas secas como los Campos de Herrumbre son lugares que pertenecen a los Reinos Mayores, y que hacen de frontera con el Reino Menor del Metal. Las Lloviznas secas es una conjunción de aire y metal donde grandes montañas de puro y perfecto metal vagan por el aire y entrechocan entre sí formando pequeños y peligrosos grupos de partículas, que son movidas a velocidades astronómicas por corrientes de aire y capaces de perforar cualquier cosa.

Los Campos de Herrumbre son una conjunción de tierra y metal donde el metal ha sido completamente corrompido y oxidado. Es un lugar tóxico ya que cualquier herida con el metal oxidado puede ser mortal, además que sus metales en descomposición producen vapores letales para quienes los respiren, solo algunas criaturas afines al metal y muy resistentes a la corrupción y herrumbre pueden soportarlo.

Dentro del Reino Menor del Metal destacan dos zonas importantes, la más extensa que recibe el nombre de los Campos de Puñales y la que está situada en el Borde Exterior del Plano Elemental que recibe el nombre de el Óxido Hambriento. Los Campos de Puñales ocupan casi la totalidad del Reino Menor del Metal y se trata de casi toda la extensión de su territorito. Es una tierra llena de grandes montañas de puro y perfecto metal, sin impurezas ni vetas de minerales entrelazadas, cada montaña, camino, piedra, roca o lecho es de un determinado metal y no se entremezclan, sus límites están muy marcados. La mayoría de piedras, rocas y montañas están afiladas en sus extremos, siendo un lugar que puede propiciar varias heridas a sus viajeros si no caminan con mil ojos. Muchos de los metales afilados o como se les suele llamar "puñales" tienen la punta oxidada, debido a que alguien en algún momento se cortó con ellas y su sangre oxidó el metal. En los Campos de Puñales predominan los metales más simples como el hierro, plomo, estaño, cobre o plata, habiendo unos pocos lugares donde se pueden encontrar aleaciones con mayor rareza cuanto más complejas como: acero, latón, peltre... en menor medida aún se encuentran materiales más raros como el oro o el platino y en muy poca cantidad se encuentra la adamantita y el mithral.

En los Campos de puñales hay muchas ciudades y pequeños asentamientos habitados por criaturas autóctonas del reino que se sienten recelosos de los forasteros y que mantienen guerras constantes entre ellos por el control de las fuentes de metal más raras. Son gentes y criaturas muy combativas que viven para la gloria de la guerra y consideran como deber usar los metales del reino a su disposición para defender sus estilos de vida. La mayoría de las criaturas del reino o son guerreros o artesanos que moldean el metal para crear armas y armaduras, aunque muchas veces son ambos. Aunque las constantes guerras y su ansias de combate hace que sus tecnologías y procesos sean algo rudimentarios. Entre todas las ciudades, la más conocida y poderosa es Ferrum.

Ferrum es una ciudad construida en el interior de una montaña de pura adamantita y donde sus habitantes la moldean y trabajan con cierta facilidad. No existen artesanos que dominen mejor la adamantita (el metal más duro que existe). Aun así están en guerras constantes por otras fuentes de metal, como las de mithral (metal muy duro pero más ligero que la adamantita), se dice que sus artesanos son capaces de juntar adamantita y mithral para crear una aleación nueva con la resistencia de una y la ligereza de otra. Aunque nadie a salido con vida de sus tierras para comprobarlo.

La ciudad de Ferrum es un bastión infranqueable guardada por miles de soldados equipados con armas y armaduras de adamantita, lo que hace que cualquier idea de asaltarlo o conquistarlo sea estúpida. Además sus muros naturales de adamantita son prácticamente indestructibles. Pocos son los viajeros o forasteros que se acercan a la ciudad, y los pocos que son aceptados son mercaderes con artículos muy raros en el reino menor y que se han ganado la confianza de sus habitantes, la mayoría de artículos que importan son de origen mágico.

Sus gentes viven su vida con ansias por el combate y la gloria, tomándolo como un deber desde su nacimiento. La mayoría de criaturas autóctonas tienen cierta afinidad con los metales, aunque muchas otras no. Sus estructuras de gobiernos suelen funcionar como tribus donde o los más ancianos y sabios o los más fuertes gobiernan. En el caso de Ferrum gobierna un único líder considerado el guerrero más fuerte de la ciudad, y cualquiera que lo derrote en combate singular gobernará en Ferrum.

En su frontera sur, en el Borde Exterior se encuentra el Óxido Hambriento justo antes del gran abismo hacia el Plano Astral. Se trata de un lugar en apariencia como una planicie sin ninguna montaña ni roca de metal tan características del reino menor. En su lugar existen grandes estalagmitas afiladas y oxidadas que surgen del suelo como grandes pinchos con resorte, cada vez que sienten cualquier tipo de movimiento en la superficie, con la intención de acabar con cualquier criatura que camine por su superficie y nutrirse con el hierro de su sangre. Es un lugar muy peligroso y se dice que en el Oxido Hambriento solo viven criaturas elementales las cuales usan las estalagmitas como arma para alimentarse.