LA VERDAD DE TALKROS

Thelmon Tharimon, conquistador de todo el mundo conocido, humano más poderoso jamás visto sobre Astranaar, ascendido a dios bajo el nombre de Talkros… son cientos los títulos que recibe, pero ninguno explica su verdad, su auténtica naturaleza. Thelmon Tharimon no fue un hombre, sino una mujer, el ser humano más poderoso que jamás existió.

El mundo en la Era del Renacimiento estaba empezando, las razas surgían, nuevas culturas, conocimientos y junto con ellas, odio, diferencias y estigmas. En aquel entonces las mujeres entre los humanos no eran consideradas guerreras, y era una tarea relegada a los hombres. Las pocas mujeres que luchaban eran consideradas más débiles que los hombres, así como los puestos de dirigentes.

Cuando el rey de un reino, cuyo nombre se ha perdido ya en la historia, realizó unas pruebas para encontrar a un sucesor, una joven de tan solo 16 años ganó. Aquella adolescente lo hizo disfrazada de varón, pues la participación en aquellas pruebas estaba permitida solo a hombres. La joven les ganó a todos en una demostración de fuerza, inteligencia y arrojo nunca vistas, convirtiéndose en rey y adoptando el nombre de Thelmon Tharimon.

El tiempo pasó, y cada vez era más difícil ocultar el genero de Thelmon, pues a pesar de sus ya prominentes éxitos y su emergente poder, muchos tenían la cabeza lo suficientemente plana o una ambición lo suficientemente grande como para intentar derrocarla. Ocultó que era una mujer hasta el mismo día de su ascensión, aunque muchas de sus personas cercanas lo sabían.

Entre los que conocían su secreto se encontraba su más leal y capacitado general, el cual no solo la conocía, sino que ambos estaban enamorados. Una vez Thelmon conquistó el mundo conocido bajo la bandera de Lanskatar hubo paz para ella, incluso un retiro en el que tuvo a su única hija. Su vida era feliz, reinaba la paz y ya nada representaba un peligro para su verdadero yo. Una vez tuvo a su hija y se predispuso a contar la verdad y nombrarla sucesora, los dioses acudieron a su puerta.

Thelmon Tharimon era la guerrera más fuerte y formidable que nadie hubiese visto y eso fue algo que los dioses no dejaron escapar. Acudieron a ella como ofreciéndole un regalo, un poder inmenso con la única pretensión de que les ayudará en la futura guerra contra los Señores del Vació, ya salvó Astranaar de la destrucción una vez bajo la bandera de Lanskatar, ahora solo le pedían que lo volviera a hacer.

Cuando era pequeña, lo perdió todo a causa de las guerras, de los estúpidos conflictos y del poder. Se quedó huérfana, sin un hogar, sin familia y sin amigos. Ahora tras toda una vida de lucha había conseguido un equilibrio en el mundo, una paz sin precedentes. Thelmon odiaba la guerra, he hizo todo lo posible para evitarla, ahora con una hija y con su futuro y el de sus descendientes en su mente, no podía dejarlos solos cuando llegara la hora de El Final de la Luz.

Cuando llegó el momento de ascender y firmar el Pacto de Emancipación, como pasó con Niveno, el poder de Thelmon había alcanzado el de un dios, pero su alma aún se sentía mortal. Lumien le pidió que para firmar el pacto debía de entregar el alma de su amado y padre de su hija, Talkros con todo el dolor de su corazón aceptó y ascendió junto con los dioses. En el pacto que firmó también se comprometió a que cuando se rompiera lucharía hasta su último aliento frente a los Señores del Vacío.

Nunca dijo la verdad sobre ella a sus súbditos e incluso cuanto ascendió se le otorgó el nombre masculino de Talkros. Su hija irónicamente acabó como ella, sin padres ni hogar, pues jamás fue reconocida, pero su vida fue feliz, como si alguien de gran poder la vigilara y guiara en momentos de necesidad. Tuvo descendencia y aún a día de hoy existen hijos de Thelmon Tharimon entre la gente común, aunque ellos no tiene idea de su linaje.