PLANO ETÉREO

El Plano Etéreo o también llamado el Plano de los Viajeros Perdidos es un plano de transición y viaje, entre los planos más interiores como el Plano Material, el Plano de las Sombras o el Plano Feérico y el Plano Elemental. En el Plano Etéreo no hay nada, es una gran territorio de bruma blanca y pequeñas luces danzantes de color azul claro. El suelo es de una dura tierra gris que levanta un poco de polvo al andar por ella y se convierte en bruma blanca. No hay edificios ni ningún tipo de objeto o estorbo. Recibe el nombre de El Plano de los Viajeros Perdidos ya que, como su nombre dice, es fácil perderse en él y no saber salir, o salir a un lugar muy poco deseable.

La gravedad no funciona igual en el Plano Etéreo, siendo mucho menor que en el Plano Material y haciendo que los viajeros se sientan más ligeros, además hay muchísimo eco y cualquier palabra o ruido se escucha como si estuvieras en el centro de un gran valle montañoso. Por otra parte también se escucha un pequeño sonido de fondo constantemente, parecido al sonido de una leve brisa aullando acompañada de unos suaves cascabeles. No se ve el cielo ya que todo el plano está rodeado por la bruma blanca que impide ver a tres palmos hacia cualquier lugar. La bruma lo cubre todo hacia cualquier dirección.

El Plano Etéreo sirve principalmente como medio, como camino para viajar hacia otros planos, ya que allí no hay gran cosa. Las pocas criaturas que habitan en él son espíritus y fantasmas en su mayoría agresivos, a los que no le gustan los intrusos en sus tierras Los límites del Plano Etéreo están marcados y esos límites son parecidos a costas, desde las que se pueden ver el plano al que acceder.

Hay que imaginarse al Planto Etéreo como una gran isla con diversas costas, cada costa es la entrada y salida a un plano distinto de la realidad. Estas costas son límites o fronteras donde la espesa bruma blanca desaparece brevemente en un pequeño lugar donde un mar de canicas grises se posa en el lugar en el que antes estaba la tierra gris. Si se mira con detenimiento las canicas se vuelven trasparentes y se puede apreciar el plano al que esta conectada la costa o frontera. Sumergirse en el mar de canicas supone atravesar el portal hacia un Plano interior, dependiendo del lugar en el que te sumerjas aparecerás en un lugar u otro del plano. Se dice que cada una de las pequeñas canicas determina una posición en el plano a viajar y que aquella que tengas más cerca de tu corazón o núcleo es el lugar al que llegarás. Más allá del mar de canicas la bruma blanca vuelve a ocultar la visión, lugar donde comienza la profundidad o inmensidad etérea.

Además de las costas o fronteras del Plano Etéreo se encuentra la profundidad o la inmensidad etérea. Es un lugar más peligroso dentro del plano y se trata de un terreno infinito lleno de una bruma blanca mucho más espesa y que dificulta aún más la visión. Para acceder a la inmensidad etérea hay que viajar más allá de una frontera o ascender hacia arriba en el Plano Etéreo. En la inmensidad etérea se encuentran varios portales o lugares que te llevan directamente a las costas o fronteras de los diversos Planos Interiores. Los portales son pequeñas variaciones en el color de la densa bruma blanca que al atravesarlos te lleva a las diversas costas. Los colores de las brumas que llevan a las costas de los diversos planos son:

Rosa brillante: Plano Feérico
Negro azabache: Plano de las Sombras
Amarillo claro: Plano Material
Mezcla cambiante de rojo, azul, verde y marrón: Plano Elemental

En la profundidad o inmensidad etérea acechan criaturas más peligrosas y primordiales además de que se pueden encontrar semiplanos, unos lugares creados por seres de inmenso poder como dioses, tecnomagos, aberraciones o por la propia creación del universo. Estos lugares existen dentro del Plano Etéreo pero funcionan con sus propias leyes y normas. Dentro de la inmensidad estos lugares son como pequeños focos de luz amarilla entre la bruma, son cambiantes y se desplazan por la profundidad, por lo que nunca están en el mismo lugar. Encontrar estos lugares es una tarea muy complicada y no existen mapas o brújulas que te guíen hasta ellos. La mayoría de viajeros que llegan a estos semiplanos lo hacen de manera fortuita. Hay algunos estudios que revelan que algunos objetos pueden servir de guía hacia estos semiplanos, si su procedencia es autóctona de ellos.

Además de semiplanos y criaturas peligrosas en la inmensidad etérea hay fenómenos conocidos como Irregularidades de Éter, son sucesos que cambian brevemente el Plano Etéreo y de manera inmediata, sin previo aviso. Se deben a una gran concentración de las partículas etéreas que se encuentran en la bruma blanca. Segundos antes que ocurran solo podrán ser detectadas porque reinará un silencio completamente inquebrantable, nada sonará, ni voces, ni ecos, ni música, nada, incluso el característico sonido propio del Plano Etéreo será anulado. Las Irregularidades de Éter pueden aparecer de muchas maneras, las más comunes son en forma de tornado o resquebrajamiento de tierra en una gran grieta. La consecuencia de caer en cualquier Irregularidad es ser transportado a una frontera con un plano o arrojado directamente a él, incluso pudiendo ser trasportado al Plano Astral.

Entre los semiplanos más famosos en el Plano Etéreo se encuentra el Plano de los Sueños, un semiplano atado estrechamente con el Plano Material. Es un semiplano al que todas las criaturas pensantes acuden de manera incorpórea cuando sueñan, pero que acceder a él de forma física es altamente peligroso. Se dice que desde él se pueden manipular los sueños de todas las criaturas.

Los seres etéreos como fantasmas o espíritus pueden entrar y salir del plano sin problema y a voluntad, por el contrario para el resto de criaturas, si quieren adentrarse en el Plano Etéreo necesitan de objetos, portales o magia.

En el Plano Etéreo el tiempo fluye de la misma manera que en el Plano Material y sus viajeros y habitantes mortales envejecen al mismo ritmo.