PLANO DEL MÁS ALLÁ

No tiene otro nombre ni hay otra manera de referirse a él, se trata de un Plano Exterior al cual van todas las almas tras la muerte. Las almas son fuerza espiritual que tienen ciertas criaturas que las dota no solo de vida, sino de capacidades como la lógica, los sentimientos, el raciocinio o la inteligencia, por lo que no todas las criaturas que existen en el Plano Material tienen alma.

Tras la muerte de una criatura con alma, su cuerpo se descompone, pero su alma viaja hacia el plano del más allá, para convertirse en uno con él y afrontar su destino. Las almas permanecen en el Plano del Más Allá hasta que vuelven a rencarnar en otra criatura con alma y regresan a otro Plano para dotar de alma a un nuevo ser, en lo que se conoce como la Rueda de las Almas.

Las almas son concebidas como pura energía espiritual inagotable, que salta de cuerpo en cuerpo y por cada "renacimiento" olvida lo que ha sido en su anterior vida. Pudiendo un alma haber sido cientos de criaturas distintas. Según la teoría de la Rueda de las Almas un alma solo puede reencarnar cuando todas las criaturas que conocía en vida han muerto, o han pasado más de 5000 años.

Al Plano del más allá solo puede ser visitado por almas y se cree que la única forma de acceder a él para individuos que no han muerto es a través del Corredor Infinito o de Ilumietar. Además tiene varios guardianes que se encargan de expulsar a aquellos que no deberían estar allí. Las almas son como humo de color verde turquesa que flotan y se mueven por el aire. Un alma se hace visible en el Plano del Más Allá, mientras que en cualquier otro plano solo son visibles para otras almas desprovistas de cuerpo. Cuando una criatura muere no recuerda el resto de sus anteriores vidas, pero si recordará la actual hasta que vuelva a rencarnar.

Dentro del Plano del Más Allá hay dos grandes territorios o lugares con una clara distinción, y a los cuales las almas son obligadas a ir, dependiendo de como han llevado su vida y las acciones que han perpetrado: las Cámaras del Vacío y los Salones de la Luz. Ambos son los únicos destinos que las almas pueden tomar después de la muerte.

No se sabe muy bien que criterios se toman para decidir que alma va a que lugar, pero se piensa que Lumien decide sobre el destino de cada alma. Las almas que han seguido la senda de la luz o no se han desviado mucho de su camino, mostrándose arrepentidas hacia el final de sus días, van a los Salones de la Luz. Mientras que por otra parte, las almas viles que se han descarrilado de la senda de la luz y han hecho grandes ofensas a la vida que a los Dioses tanto les costó de proteger frente a los Señores del Vacío, van a las Cámaras del Vacío.

Los Salones de la Luz son pequeños paraísos personalizados para cada alma, donde se tiene absolutamente todo lo que se desea hasta que se vuelve a rencarnar. Las Cámaras del Vació son un lugar de castigo y tortura para aquellas almas viles que se encuentran en él, tiene siete niveles, cada uno peor que el anterior y reservado para un tipo de alma corrupta.

Las diversas criaturas mortales tienen distintos preceptos o creencias sobre a que lugar vas tras la muerte según como te has comportado en vida, algunos defienden ciertas acciones como indispensables para acceder a los Salones de la Luz, y otras culturas consideran otras acciones, pero en esencia la mayoría se guía por directrices morales y éticas que favorecen la preservación de la vida frente a todo. Gran parte de estas culturas saben que los Dioses se enfrentaron a los Señores del Vacío para hacer que la vida floreciera en Astranaar, y por ello para la mayoría de ellos respetar la vida es la máxima para entrar en los Salones.

LOS SALONES DE LA LUZ

LAS CÁMARAS DEL VACÍO