ORCUZ

Orcuz es una gran ciudad en el centro de las Llanuras Desoladas, al sur de la ciudad de Lagopuro. Está gobernada por el clan dracónido de los Cachata. La ciudad es como un gran bastión muy defendido frente a las múltiples y peligrosas amenazas de las Llanuras Desoladas. Se rigen por una jerarquía de Clan, donde el líder de los Cachata es el dirigente y máxima autoridad de Orcuz. Es la única ciudad en kilómetros a la redonda y el único asentamiento en las llanuras.

Los pertenecientes a la tribu tienen que ser dracónidos y no se admiten otras especies entre sus filas. No obstante la entrada de otras razas a la ciudad de Orcuz está totalmente permitida, aunque atravesar las Llanuras Desoladas no es para todos. Muchos viajeros llaman a Orcuz la "prisión de los sabios", en referencia a que es de estúpidos querer abandonar la ciudad, cuando lo que te espera es una muerte segura en las Llanuras Desoladas. Aun así son bastantes los mercaderes que con ayuda de los Cachata entran y salen de Orcuz, ya que son los únicos que han encontrado maneras más seguras de viajar por las Llanuras Desoladas, aunque no dejan de ser muy peligrosas.

El líder de los Cachata recibe el sobrenombre de El Dragón Dorado, en honor a la fundación de Orcuz, que según cuenta la leyenda se hizo entorno a un dragón dorado. Como formalismo y tradición el líder pinta sus escamas de dorado, lo que marca como jefe de la tribu. Entre los Cachata se cree que cuanto más claras o cerca del color dorado son tus escamas más será la grandeza de tu vida y estarás destinado a realizar grandes proezas de fuerza. Incluso se habla de la rencarnación de uno de los suyos en el dragón dorado, naciendo con unas escamas de puro color oro, y estará destinado a limpiar las Llanuras Desoladas de amenazas y criaturas hostiles.

La mayoría de miembros de los Cachata son fuertes y diestros soldados que empuñan largas lanzas, amplios escudos y certeras hondas. Sus armas y armaduras están adaptadas a la mejor eficacia en las Llanuras Desoladas, siendo las mejores opciones para enfrentarse a las criaturas del páramo. Las largas lanzas deben de ser certeras para clavarse en los lugares donde la piel o caparazón de las criaturas es más débil y las hondas sirven para distraer a sus enemigos. Sus armaduras o mejor dicho abrigos, lejos de proteger de los golpes lo hacen del duro y mordiente frio de las Llanuras y su única defensa en su duro escudo hecho de caparazones de bestias del gélido yermo. Usan unas botas de cuero en las que untan una resina pegajosa propia de las escasas plantas que florecen en las llanuras para no resbalarse por el frio y pulido suelo de roca.

La bandera que ondea en lo alto de la ciudad es la misma que la de la tribu, un dragón dorado. La ciudad posee ejercito y guardia, pero los únicos aptos para ese trabajo son los miembros de la tribu, aunque sean draconianos, si no eres de su tribu, no puede desempeñar un papel en el gobierno o defensa de la ciudad. Las normas que rigen Orcuz para los forasteros son simples: no herir o matar, mostrar respeto a la tribu, no robar, y no perjudicar de ninguna manera a la tribu, además de ayudar a la defensa de Orcuz si se ve superada por ataques enemigos.

Orcuz es un gran bastión rodeado de una alta y ancha muralla de piedra gris con un torreón cada 100 metros. En algunos puntos de la muralla se puede apreciar que no ha sido construida, y que han aprovechado pequeñas montañas o rocas como defensa natural. Bajo la muralla lejos de cavar un foso (ya que sería un error dado la gran cantidad de túneles bajo las llanuras plagados de bestias) hay una serie de empalizadas de pinchos de madera que evitan que se escalen los muros sin salir dañado. Además una serie de pinchos de metal salen desde las almenas de la muralla y se mantienen fuertes y afiladas para cualquier criatura que intente llegar a la muralla de un salto o trepando. Parece que toda la defensa de la ciudad está orientada a defenderse de grandes criaturas que a pesar de su fuerza y tamaño suelen ser de movimientos torpes y lentos, y todas las trabas y pinchos en sus defensas hacen que lleguen debilitados a la lucha contra los soldados.

En su interior abundan las viviendas, casas, tiendas, granjas y campos de cultivo, siendo estos últimos bastante numerosos y poco eficientes dado la poca fertilidad de su suelo. Los edificios están hechos de roca y se mire donde se mire casi no hay madera y los pocos muebles que hay son de procedencia enana, humana o elfa. La arquitectura de Orcuz es muy rudimentaria y básicamente son pequeñas casas bajas con forma de cúpula construidas con rocas grises y fijadas con algún tipo de resina pegajosa y seca, muchas de ellas tienen la parte superior de sus tejados abierta, por donde sale el humo de sus chimeneas. La ciudad esta inundada en un olor dulzón bastante desagradable, al que sus habitantes se han acostumbrado. El olor proviene de los excrementos que queman para cocinar y calentarse, ya que no hay casi madera en la ciudad.

El único edificio diferente de toda la ciudad, si es que se le puede llamar edificio, es una montaña bastante alta la cual esta excavada y en su interior se encuentra los sabios de la tribu Cachata, así como un gran lago de claras aguas donde los Cachata se hidratan. El agua de la cueva tiene unas propiedades curativas milagrosas, capaces de curar cualquier herida en solo segundos, incluso las heridas más mortales o de los venenos más potentes. El edificio es llamado por los miembros de la tribu, Argren Hisgramor (lengua draconiana), lo que significa la guarida del dragón dorado. Se dice que dentro de la montaña vivía el dragón dorado, y es el punto inicial alrededor del cual se construyo Orcuz. Al Argren Hisgramor solo pueden acceder los miembros del clan Cachata.

La economía de Orcuz es bastante pobre, y se basa casi todo en cazar bestias del exterior y en el comercio que pueden ofrecer los mercaderes que llegan allí intercambiando sus presas por objetos que no hay en las Llanuras Desoladas, como madera, comida o semillas. Los soldados de Orcuz salen a diario a la Llanuras a cazar y obtener recursos, algo que para cualquier extranjero sería una sentencia de muerte. Para los miembros de los Cachata salir a cazar y ayudar a los mercaderes a cruzar las Llanuras es lo más importante, pues sin ellos Orcuz se moriría de hambre. Los mercaderes acuden a Orcuz porque es una oportunidad de oro, ya que por unos pocos recursos pueden obtener escudos y corazas de piel y caparazones de las criaturas de las Llanuras Desoladas, que son de una resistencia legendaria, y nadie salvo los Cachata saben hacerse con ellas. Debido a sus precarias condiciones y a la fiereza que se tiene que tener para vivir en las Llanuras se considera a la tribu Cachata los guerreros más fuertes y poderosos de todo Seltos.

El símbolo de Orcuz

ORCUZ

GEOGRAFÍA

Continente:

Región:

Seltos

Suroeste

GOBIERNO

Tipo de gobierno:

Clan

Líder:

Afiliación:

Líder del clan

Tribu Cachata

SOCIEDAD

Gentilicio:

No tiene

Religión:

El dragón dorado

Raza predominante:

Draconianos

COMERCIO

Exportaciones:

Piezas, materiales y artesanía, hechos con las partes de las bestias cazadas.

Importaciones:

De todo lo necesario para la vida, desde comida hasta agua, o ropas.

Fuente de ingresos:

A penas generan dinero, se centran más en sobrevivir en el día a día.

Su sociedad es rara y muy particular, con tradiciones propias y extrañas. Entre sus leyes hay normas como prohibido cavar, prohibido hablar con mujeres embarazadas y prohibido ocultar la cara en Orcuz. A pesar de ser considerados unos salvajes por muchos foráneos, la tribu Cachata tiene su propia cultura, sus propias creencias y su propia historia.

No adoran a ninguna deidad del panteón de los 7, sino que veneran al antiguo dragón dorado que según ellos les ayudó a crear Orcuz, les está prohibido decir su nombre, y se dice que solo lo conoce el jefe de la tribu, el cual lo recibe del anterior líder y así sucesivamente. Su leyenda dice que el dragón sigue durmiendo y algún día despertará en el interior de uno de sus habitantes, para volverlos a guiar.

CREACIÓN DE ORCUZ

Según su leyenda Orcuz se creó alrededor de una montaña en las Llanuras Desoladas, en ella vivía un dragón dorado de nombre ya olvidado. La tribu Cachata tras el desmembramiento acabo en las llanuras, y huyendo de las grandes criaturas que empezaban a habitar el vasto y gélido yermo llegaron a una cueva en la que refugiarse.

En aquella cueva había un lago de aguas cristalinas, que curaba cualquier herida solo con tocarlo, pero lo más maravilloso de todo no eran sus aguas, sino el dragón que dormía allí. Un dragón grande y viejo como el de las historias de la Era de Leyenda, sumido en un profundo letargo. Los Cachata se quedaron junto al dragón y lo empezaron a adorar, pues pensaban que era un antecesor suyo que estaba allí para protegerlos y ellos para servirle.

El tiempo pasó y poco a poco la tribu fue creciendo, y algunos edificaron en el exterior. No tardaron en llamar la atención de las feroces bestias de las Llanuras Desoladas. Durante mucho tiempo los ataques de las poderosas bestias diezmaron a la tribu. Hasta que las criaturas empezaron a traspasar las defensas de los Cachata y entraron el la cueva. Fue entonces cuando el dragón dorado despertó.

Lo que pasó después es muy difuso y algunos de los dracónidos lo cuentan de una manera y otros de otra, pero entre la versión más extendida dicen que el dragón les protegió, salió a cazar a todas las bestias de las llanuras y les ordeno construir una ciudad donde estuvieran seguros, para que a su regreso y descanso acabaran con todas las amenazas de estas tierras. Los Cachata así lo hicieron. Y aún a día de hoy esperan el regreso del dragón dorado, y según sus sabios este volverá rencarnado como uno de los suyos, el que será el Or´iogot o el dragón dorado rencarnado. Durante el paso del tiempo la tribu se convirtió en los soldados tan feroces y letales que son ahora, y esperan con ansia el regreso de su verdadero líder.