El lema del clan es: "Presentare mis respetos con mi martillo" y su escudo de armas son dos martillos de guerra dorados cruzados tras un fondo negro. El lema representa la importancia de las armas para el clan, no solo porque son su medio de vida, sino porque sus miembros creen que el vínculo de un Guerrero del Yunque con su arma es único y especial, siendo una extensión de su propia alma. Cuando un aspirante se convierte en miembro de pleno derecho para el clan tras su entrenamiento militar, recibe un pase para que un artesano le fabrique un arma a su gusto, sea cual sea y con las decoraciones que considere pertinentes. El arma pasa a formar parte del alma del enano y la usará durante el resto de su vida, salvo en tres circunstancias: ser desterrado y repudiado por el clan, que se rompa el arma, o si sube en la jerarquía, lo que implicará reforjar ese arma añadiendo mejores materiales.