EL FINAL REAL DE DIOVDROL

Los Señores del Vacío nunca pertenecieron a Astranaar, venían de otro mundo del Plano Material, corrompido, negro y desprovisto de cualquier forma de vida. Aquel mundo llegó a ser tan oscuro y vacío que de forma natural abandonó la realidad conocida y creó un lugar propio, más oscuro, vacío y deformado que el anterior. Más tarde se conocería a ese lugar como el Plano de las Sombras.

El nuevo plano de la existencia, fue creado al mismo instante que el Plano Feérico y fue tanto un efecto secundario de la marcha del Reino de las Hadas, como un auto reflejo del multiverso para protegerse a así mismo. Ahora los Señores del Vacío estaban aislados en un plano propio, donde no podían consumir nada. Hasta que el velo entre el Plano Material y el de las sombras se diluyó lo suficiente como para que los Señores del Vacío pasaran, llegando a Astranaar.

En Astranaar una primordial civilización crecía lentamente, la mayoría criaturas sin raciocinio o con poca inteligencia. Los Señores devoraron todo y se fortalecieron allí, hasta la llegada de los dioses. Tras la Batalla de las Eras, los Señores del Vacío fueron derrotados, y los que sobrevivieron encerrados en las Cámaras del Vacío. Diovdrol (líder por aquel entonces y más poderoso) escapó herido y mermado al Plano de las Sombras.

Diovdrol gobierna el Plano de las Sombras esperando recuperar el poder de lo que un día fue, para liberar a los suyos y vengarse de los dioses que los encerraron. Aunque su poder es increíble, no llega siquiera a ser el reflejo de lo que un día fue. Ahora espera conseguir poder haciendo pactos con mortales del Plano Material a cambio de sus almas, o alimentándose de los incautos que entran en sus dominios.