VIAJE DE DOLEN A ROLEN

Las ciudades gemelas de Rolen y Dolen, llamadas así por sus miembros fundadores, dos elfos gemelos que las alzaron según sus preceptos y formas de ver el mundo. Rolen, una ciudad mucho más combativa y alejada de la forma de vida de los elfos de Rimedol, y Dolen, el ejemplo perfecto de lo que para los elfos todos los suyos deberían ser.

Muchos de los habitantes de Rimedol cuentan historias sobre las eternas y fuertes rivalidades de los dos gemelos, algunas ciertas y otras completamente infundadas. La verdad es que a pesar de todo los dos hermanos se querían, y a pesar de sus diferencias se admiraban, ya que uno era lo que el otro jamás podría llegar a ser. Ese amor y admiración jamás quedó reflejado en ningún libro, pero ambos hermanos lo sabían y con el paso del tiempo sus ciudades pasaron a estar tan unidas como ellos.

A pesar de que entre las ciudades existe cierta rivalidad con sus habitantes y muchas de ellas vienen relegadas por el estilo de vida de los gemelos fundadores, para Dolen y Rolen sus diferencias eran motivo de alago y su amor más fuerte que cualquier estúpida divergencia. Por ello ambos hermanos construyeron estatuas suyas en cada ciudad, en representación de lo que querían que se convirtiera sus nuevos asentamientos, pero también que fueran un nexo de unión entre ambas ciudades. Las estatuas son un portal entre los asentamientos, un gran artefacto capaz de trasladar en cuestión de segundos a cualquier criatura de una ciudad a otra.

El conocimiento de las estatuas como portales o nexos de unión nunca llegó a ser público, aunque los miembros del consejo de Rimedol son conscientes de su existencia, ya no se usan. Las estatuas ahora son solo símbolos de las ciudades y una representación de sus miembros fundadores, así como de sus estilos de vida.

Las estatuas no emiten ningún tipo de magia o anomalía cuando están desactivadas. Para su activación hay que decir en lengua élfica la frase: "Tu querido hermano viene a reunirse contigo Dolen", si usas la estatua de Rolen y "Tu querido hermano viene a reunirse contigo Rolen", si usas la estatua de Dolen, mientras se toca la estatua y se tiene voluntad de saltar de una ciudad a otra. Es imposible que se haga por error, pues el emisor de la frase tiene que ser consciente de que acción desea realizar.