ISLAS EN CALMA

Las Islas en Calma son un pequeño archipiélago de cinco islas que se encuentran al oeste de Ekreber, entre los límites del Mar Volcánico y el Océano Gris. Se trata de unas islas habitadas principalmente por parias, criminales que huyen de la justicia y refugiados. Reciben su nombre por sus aguas, ya que todo el agua que rodea a las cercanías de las islas está completamente en calma, ni una mísera corriente u ola llega a sus costas, es como si se tratara de una gran piscina donde solo los chapoteos de las personas nadando y el movimiento de los remos de las embarcaciones producen ondas en el agua, que se calman de manera muy extraña a los pocos segundos de producirse.

Las embarcaciones deben acercarse remando a las islas ya que no hay corrientes de aire ni vientos fuertes capaces de moverlas por las aguas. Algunos investigadores han intentado resolver el misterio de sus aguas en calma, pero ninguno lo ha conseguido, y la mayoría abandona sus investigaciones aludiendo a que se debe tratar de un simple fenómeno medioambiental.

Las islas son muy parecidas entre si, exceptuando el agua que las rodea no tienen nada de especial. Son tierras donde los cultivos crecen con cierta facilidad, la vegetación y la fauna es relativamente abundante y la pesca está a la orden del día. Cada isla lejos de tener un nombre propio recibe un número empezando de izquierda a derecha y de arriba a abajo del 1 al 5.

Los Habitantes que viven en las islas normalmente están huyendo de algo y allí son recibidas todas las criaturas sean quienes sean, independientemente de sus crímenes, razas, creencias o ideologías. Pero lejos de ser un lugar de tolerancia o respeto, son aceptados porque siempre hace falta mano de obra.

Las cinco islas están gobernadas cada una por una familia criminal, las cuales están en constante conflicto las unas con las otras, ya sea por una rencilla territorial, riquezas, respeto, venganza... En las Islas en Calma a pesar de su nombre reina cierto caos y violencia. Las familias siempre reciben a nuevos miembros en sus casas que puedan trabajar de cualquier manera para ellos, ya sea de matones o cultivando sus tierras.

A pesar de la rivalidad entre familias las gentes más comunes y que se encargan de conseguir alimento o fabricar objetos útiles no son salpicadas por sus rencillas, ya que las familias saben que si una familia rival llega a caer necesitarán de sus gentes para seguir adelante con el día a día de la isla. Una guerra abierta donde se asesine a civiles no beneficia a ningún bando, pues las medidas tomadas por el bando agredido serán exactamente las mismas cometidas por el agresor. Entre las familias hay como una especie de pacto no escrito sobre solo atacarse entre ellas y no a la gente inocente bajo sus dominios.

Este pacto hace que la distinción entre trabajadores y soldados o matones de la familia sea muy grande, teniendo los últimos una cantidad de beneficios y riquezas mucho mayores, siendo los que se juegan la vida y ofrecen "protección" a sus habitantes. Los más jóvenes e imprudentes con ansias de una mejor vida suelen alistarse en alguna familia como matón.

Sus aldeas y pueblos suelen agruparse alrededor de la casa de la familia que controla la isla, que son como pequeñas fortalezas amuralladas preparadas para afrontar cualquier asalto de una familia rival.