EL ENEMIGO DE HARTOS

Az Modan, para muchos cuna de artesanos e inventores capaces de cientos de proezas, para otros, destino de peregrinaje a la estatua que se dice representa al propio Hartos y pertenece a antes de la Era de Leyenda, que equivocados están. Es cierto que la estatua que se encuentra en la ciudad y es motivo de visita por muchos, está relacionada con Hartos, pero no de una manera agradable para el dios de la guerra y la artesanía.

La estatua se remonta a la Era del Renacimiento, cuando un ambicioso, genio y loco artesano se propuso rivalizar con las creaciones de una divinidad, siendo solo un mortal. El artesano de nombre ya olvidado era el mejor creando cosas, no había mortal sobre la tierra mejor que él, y en su ebriedad de ego y ambición se fijo una meta más allá que la de cualquier mortal, rivalizar con un dios.

Hartos sorprendido por el estúpido desafío lo aceptó, sabiendo que un mortal jamás podría igualar sus habilidades, y así fue. Intento tras intento el artesano no conseguía rivalizar con Hartos, cada vez que él presentaba una nueva genialidad, Hartos le enseñaba una versión muchísimo mejor de su propia creación, para luego destruirla ante sus propios ojos. Las brillantes creaciones que el dios destruía, eran solo por el regocijo de mostrar que para él ese artefacto no significaba nada, ni se acercaba a su auténtica habilidad.

Mientras el artesano perdía una y otra vez contra las creaciones de Hartos, aprendía. Pero el tiempo jugaba en su contra, el era mortal, y tarde o temprano la muerte le reclamaría como a todos los demás. Así que su plan estaba claro, engañó a Hartos para que con las creaciones que le enseñaba le desvelara nueva información, relacionada con lo que el pensaba que podría o bien aumentar su esperanza de vida, o bien hacerlo inmortal.

Antes de llegar al final de sus días, el artesano consiguió lo que quería, más o menos, gracias a los conocimientos robados del dios consiguió convertirse en una estatua, sería un ser inmóvil, indestructible imperecedero al paso del tiempo, pero tendría consciencia de todo lo que pasaría a su alrededor, y sabría que por una vez, por una única vez había ganado a un dios, consiguiendo aquello que él solo tenia por nacimiento, la inmortalidad.

A día de hoy la estatua representa una derrota para Hartos, de las pocas que ha reunido en su vida, y a la vez un grato recuerdo, de un competidor y quizás único amigo que tuvo entre los mortales.

Ha día de hoy nadie sabe porque el dios aceptó aquel desafío, pero se cree que solo buscaba un rival, un divertimiento en algo que amaba hacer, que para él era toda una forma de vida, su artesanía, su arte.