SECRETOS DE LOS ARLEQUINES

Todo el mundo conoce a los coloridos, divertidos y a veces enigmáticos Arlequines, pero pocos saben sus costumbres, su metodología, y el origen de sus canciones. Son muchas las costumbres que comparten y solo ellos conocen, la mayoría de ellas son para diferenciar a un verdadero Arlequín de un impostor, y otras muchas son solo tradiciones.

Los Arlequines aceptan a cualquiera de otra troupe que pertenezca a su organización, siendo muy hospitalarios, incluso tratándolo no solo como uno más, sino como un miembro honorífico (siempre que sea por un breve periodo de tiempo). Los bandidos y buscavidas son conscientes de que si engañan a un Arlequín haciéndose pasar por uno, tendrán unas cuantas semanas de comodidades entre los suyos. Pero hacerse pasar por Arlequín no es sencillo, no solo se debe dominar una disciplina artística a la perfección, sino que además se debe de conocer sus peculiares costumbres.

Entre las costumbres de los Arlequines que solo ellos conocen, se encuentran:

Ofrecer agua y cerveza/vino a un extranjero que se encuentra en los caminos. Un Arlequín solo aceptará después de que le insistan 3 veces, nunca escogerá el agua y siempre se ofrecerá voluntario para ir a buscarla.
Cuando un Arlequín le muestre a uno "su arte" (se entiende como "SU ARTE" alguna modalidad, canción, técnica, habilidad, truco... que el propio Arlequín ha creado). Si al que se lo muestra es otro Arlequín esté responderá con "Su Arte" sin la necesidad de pedírselo, nada más acabe de mostrarlo. Hacerlo por ejemplo con una canción popular o un movimiento conocido delatará al individuo como no miembro. Hay algunos que no tienen arte propio aún, por lo que en lugar de mostrarlo, harán una gran reverencia postrando las rodillas y frente en el suelo.
Los Arlequines llaman a los que los tratan mal y consideran una secta o bandidos los "Sin arte".
Durante las horas de comida o cena, se reúnen todos los miembros de la troupe en la hoguera, a todos se les da comida y bebida, pero ninguno come hasta que lo hace el Maestro de Ceremonias.
Los Arlequines no usarán sus máscaras cuando interpreten para los suyos, como muestra de aprecio y amor, sin embargo piden al que va a iniciar con su arte que se la ponga. El Arlequín rechazará la petición con una sonrisa, honrando a los suyos.
Cuando el Maestro de Ceremonias cuenta una historia está completamente prohibido hablar, y normalmente todos los presentes toman las más rigurosas notas.
Los Arlequines beben alcohol con su mano no dominante, pues para la mayoría de ellos sus manos es su forma de ganarse la vida (músicos, malabaristas, equilibristas...) y cuando se dan a los placeres "menos" artísticos, lo hacen con la mano no diestra.
Ante cualquier tipo de conflicto en los caminos, un Arlequín jamás tomará una iniciativa violenta, aunque se defenderán si la cosa se tuerce.

Estas son solo unas cuantas costumbres más famosas de los Arlequines, cada DM las puede ampliar o crear las suyas propias.

Muchos de los asistentes a los espectáculos de los Arlequines se quedan fascinados por la cantidad de canciones e historias que cuentan, muchas de ellas totalmente desconocidas, incluso para algún que otro avezado historiador. Pues los Arlequines tienen un don, no solo para entretener, emocionar o distraer, sino para recordar. Usan el arte como medio para un fin, para hacer que la gente no olvide lo que ha acontecido, ya sea bueno, o sobre todo malo.

Los jefes de troupe no son simples expertos artistas, o Maestros de Ceremonias, sino que tienen un don, una habilidad innata de recordar lo que fueron sus antepasados, lo que vivieron y perpetraron. Es como si fueran capaces de recordar tanto sus otras vidas, como las vidas de sus antepasados biológicos. Es un don que no se puede aprender, se tiene o no se tiene. Los Maestros de Ceremonias son capaces de identificar a aquellos individuos que saben o podrían desarrollar su don.

Los Arlequines se formaron durante el desmembramiento, como una troupe de artistas y bichos raros que huían de todo, no solo de las calamidades, sin o de otra personas. Todo cambió cuando uno de sus miembros al que se le conoce como "Otto el´Otag" descubrió que tenia el don, siendo el primer Maestro de Ceremonias de todos.

Poco a poco su grupo se fue haciendo más grande, se enamoraron de las artes y recuperaron muchas perdidas. Entre el don de Otto también se podrían haber recuperado conocimientos destructivos, ciencias o magias, pero se negó. Los Maestros de Ceremonias hacen un pacto antes de aprender de otro, o condecorarse como uno, no usar sus poderes para recordar cosas destructivas, solo para hacer de este mundo un lugar más bello y mejor, haciendo que la historia no se olvide y que los habitantes recuerden.